Mostrando 19–36 de 38 resultados

Orquídea phanelopsis verde limón con maceta de cerámica

42,00 

orquídea phanelopsis verde limón con base de cerámica

Este género se encuentra entre las orquídeas más populares para su cultivo doméstico debido a su facilidad de propagación y floración en condiciones artificiales. Estuvieron entre las primeras orquídeas tropicales en las colecciones victorianas. Desde la creación del híbrido tetraploide Phalaenopsis doris,1​ se han convertido en las más fáciles de cultivar en el hogar, siempre y cuando se les suministren algunos cuidados que recreen aproximadamente su hábitat natural. Su producción se ha comercializado de forma industrial.

En la naturaleza vegetan con temperaturas cálidas (20 a 35 °C); sin embargo, se adaptan a condiciones más cómodas para el ser humano en zonas templadas (15 a 30 °C). A temperaturas por debajo de los 18 °C el exceso de riego puede causar la pudrición de las raíces. Phalaenopsis requiere humedad alta (60-70%) y condiciones de luz que oscilen entre los 12 000 a 20 000 lux. La floración se puede forzar haciendo descender la temperatura nocturna alrededor de cinco a seis grados durante dos a cuatro semanas consecutivas, normalmente en otoño, y con temperaturas diurnas por debajo de los 29 °C.2

Las varas florales aparecen en las cavidades junto a la base de cada hoja. La primera señal es una protuberancia que surge del tejido de la hoja. Durante unos tres meses la vara crecerá hasta que empiece a formar los gruesos capullos florales.

Sanseviera trisfaciata

25,00 

Sansevieria trifasciata es una planta semisuculenta que crece en rosetas basales y verticales, las hojas son erectas, lanceoladas, agudas y rígidas, de 40 a 140 cm de largo y unos 4 a 10 cm de ancho. De diferentes colores y patrones según la variedad, siendo la más común de color verde oscuro con líneas transversales de verde más pálido, los márgenes enteros, verdes o a veces amarillos. La inflorescencia racimosa, ocasionalmente ramificada, de 50–80 cm de largo, no sobrepasando a las hojas, flores 3–8 en fascículos solitarios o agrupados, blanco verdosas, 15–30 mm de largo; tubo del perianto casi de 5 mm de largo, lobos lineares. El fruto es una pequeña baya anaranjada, con una semilla.

La planta intercambia oxígeno y dióxido de carbono mediante el proceso de metabolismo ácido de las crasuláceas, que les permite resistir la sequía. Los poros microscópicos de las hojas, llamados estomas y utilizados para intercambiar gases, solo se abren por la noche para evitar que el agua se escape por transpiración bajo el calor del sol.